viernes, 10 de septiembre de 2010

El arte de la estrategia

El Go es un juego de mesa estratégico para dos jugadores, destacado por ser rico en complejas estrategias a pesar de sus simples reglas. El mismo se originó en China hace más de 2.500 años y, aunque es muy popular en Asia Oriental, ha ganado cierta popularidad en otras partes del mundo llegando a utilizarse en algunos países como parte de programas de preparación de Directivos.

En el juego participan dos jugadores que alternativamente colocan piedras blancas y negras sobre las intersecciones libres de una cuadrícula de 19x19 líneas. El objetivo del juego es controlar una porción más grande del tablero que el oponente.
 
Ubicar piedras juntas ayuda a protegerlas entre sí y evitar ser capturadas. Por otro lado, colocarlas separadas hace que se tenga influencia sobre una mayor porción del tablero. Parte de la dificultad estratégica del juego surge a la hora de encontrar un equilibrio entre estas dos alternativas. Los jugadores luchan tanto de manera ofensiva como defensiva y deben elegir entre tácticas de urgencia y planes a largo plazo más estratégicos. 
 
Tuve la oportunidad de conocer este juego este año gracias a un compañero de trabajo y realmente me ha sorprendido su aplicabilidad a muchas facetas, tanto en el plano personal como profesional. Respondedme a esta pregunta, ¿Cuántos planes abordaríamos instantáneamente si nos diéramos cuenta de que estábamos evitando un pequeño peligro / riesgo sólo para sumergirnos en uno mayor?
 
Según los antiguos griegos, los Dioses tenían una visión completa del futuro. Veían todo lo que iba a suceder, hasta en sus detalles más complejos. Los hombres, por el contrario, eran vistos como víctimas de su destino, atrapados en el momento y en las emociones, incapaces de ver más allá de los peligros inmediatos. Héroes como Odiseo, capaces de ver más allá del presente y planear con varios pasos de antelación, parecían desafiar el destino, aproximarse a los dioses en su capacidad para determinar el futuro.
 
Hoy en día, sabemos que dichos héroes son simples mortales con inteligencia y capacidad crítica para no creer en el destino y asumir la responsabilidad de dirigir su camino. Cuando se ve con antelación y se planean los movimientos hasta el final a lo largo del mismo uno no se siente ya tentado por la emoción o por el deseo de improvisar y se adquiere esa capacidad para ignorar los peligros y placeres inmediatos, para vencer la tendencia natural humana a reaccionar frente a las cosas cuando suceden, en aras de objetivos que van más allá de la visión inmediata de uno.

La personalidad del juego del GO permite aumentar las habilidades estratégicas superando la visión cortoplacista, prestando atención tanto a las consecuencias de tus acciones como a las pretensiones de tu oponente. El juego en si se convierte en una fuente de inspiración para aplicar los conocimientos adquiridos a todo tipo de situaciones en las que hay comunicación, cooperación o conflicto, es decir a casi todas las interacciones humanas, pudiendo llegar a considerarse como la vida misma.

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