domingo, 14 de noviembre de 2010

¿Y si pudiese conseguir aquello que deseas?

“Siempre que te descubras en el lado de la mayoría, es hora de detenerse a reflexionar” (Mark Twain)

En los últimos años ha surgido un nuevo concepto conocido como el del “Nuevo Rico”. De dicha forma son consideradas aquellas personas que no centran su vida en el dinero, sino en sus ilusiones, deseos y sueños, pudiendo requerir éstas dinero para financiarlas.

Aunque aparentemente pueda parecer el mismo enfoque, en el primer caso, la persona tiende a centrar su vida en el trabajo como única moneda de cambio, sacrificando en la mayor parte de las ocasiones el tiempo para disfrutar del dinero conseguido. En el segundo caso, la persona centra su vida en lo que realmente quiere hacer y busca los medios (tiempo, dinero, movilidad) para lograrlo.

Para conseguir lo anterior, tenemos que tener muy claro nuestros sueños y deseos y establecer un plan de acción para conseguirlos. ¿Qué harías si no pudieses fracasar de ninguna manera? ¿Si fueses diez veces más listo que el resto del mundo? ¿Qué harías en tu día a día si tuvieras 100 millones en el banco? ¿Con qué te levantarías ilusionado cada mañana para vivir un nuevo día?
  • Fija dos fechas futuras, una 6 meses y otra un año.
  • Escribe cinco cosas como máximo que sueñas con ser, tener y hacer.
  • Priorízalas en base a su importancia.
  • Convierte cada “ser” y “tener” en un “hacer” para poder llevarlo a la práctica. Se trata de identificar acciones que caractericen ese estado de ser o tareas que signifiquen que lo has logrado.
  • Evalúa los costes de esos sueños. Calcula los ingresos mensuales objetivos para conseguirlos. Se trata de obtener mes a mes el dinero para financiar tus sueños. Te sorprenderás al ver que esta cifra es mucho menor de lo que te esperas.
  • Especifica tres pasos para cada uno de los sueños (sencillos y bien definidos) a lograr en el plazo de 6 meses y da el primero mañana mismo. Estos pasos deben ser lo suficientemente sencillos como para finalizarlos en cinco minutos como máximo.
Y siempre ten en cuenta las siguientes premisas:
  • El interés y la energía son cíclicos. Alternar periodos de actividad y de descanso es necesario para crecer personal y profesionalmente. La capacidad, el interés y la resistencia mental son como la luna: crecen y después menguan. Hay que organizarse en consecuencia.
  • Centrase en lo importante. Es clave concentrarse en ser productivo y no en estar ocupado. Debemos centrar nuestras energías en las cosas de mayor importancia profesional y personal para uno.
  • Nunca es un buen momento. Si algo es importante para ti y quieres hacerlo “algún día”, hazlo y corrige el rumbo mientras caminas. Para la mayoría de las cosas importantes, el momento siempre es pésimo.
  • Mejor pedir perdón que pedir permiso. Por norma general todo el mundo es reticente a los cambios. En ocasiones, para romper el status-quo, es necesario actuar sin pedir permiso.
  • Focaliza tus energías en potenciar tus fortalezas más que en corregir tus debilidades. Todo el mundo es bueno en unas cuantas cosas y malo en otras muchas, lo ideal es concentrarse en utilizar con mayor destreza tus mejores armas.
Y recuerda: "Muchos pasos en falso se han dado por quedarse quieto".

6 comentarios:

  1. Hola Alvaro,

    Gracias con tu reflexión, me has hecho ver que a parte del plan de empresa, el plan de comunicación, el plan de seguridad y demás...necesito un plan de felicidad.

    Un saludo,
    Marga Moya

    ResponderEliminar
  2. Buena entrada Álvaro, el problema a veces surge en el origen. Hay que preguntarse qué es lo que uno quiere. Mucha gente no se hace nunca esta pregunta. Otras veces falta la curiosidad necesaria para dilucidar cuáles son las fortalezas que nos auparán en el camino. Son dos puntos que yo creo importantes.
    Un saludo y gracias.

    ResponderEliminar
  3. Gracias por los comentarios a los dos ;)
    Estoy de acuerdo contigo Jorge que si, a priori, parece sencillo hacer un Plan de este tipo, muchas veces no paramos a preguntarnos que es lo que queremos justificandolo por falta de tiempo y, muchas veces, por los miedos al fracaso.

    Animo con tu plan de felicidad Marga.;))

    Os animo a uniros a la página de fans desde el blog (sólo pulsar el botón like).

    ResponderEliminar
  4. @Marga Qué pensamiento más sabio has expresado: "Un plan de felicidad".

    Nunca se me había pasado por la cabeza elaborar un Happiness Plan... y lo veo como tú, es una necesidad crítica, vital.

    Un diez :)

    ResponderEliminar
  5. ¿Montamos una consultora de planes estratégicos de felicidad? jajajaj ;)))

    ResponderEliminar
  6. Muchas gracias Álvaro (también a vosotros, Marga y Jorge) por este paréntesis que me obliga en cierto modo a analizar los objetivos de todo aquello que he emprendido y que muchas veces pierdo de vista debido a la velocidad de los acontecimientos.

    Gracias por abrirme los ojos a esa fase de 'análisis', que tiende a desdibujarse por el camino. Por subrayar la importancia de las preguntas. Por recordar que el miedo es casi siempre el culpable de los frenazos. Por mostrar que los procedimientos más sencillos son a veces los que ofrecen los mejores resultados...

    No hay que tener miedo de perder parte de lo que tenemos por ganar parte de lo que podemos, ya no 'tener', sino 'ser'. Tendemos a priorizar cantidad sobre calidad y esto nos limita y encasilla. Creo que la calidad de las pequeñas cosas sí puede complementar ese 'plan de felicidad'.

    Buen puente a tod@s!

    ResponderEliminar